Pastor Prof Alberto Galvá Fundador-Director Académico INTESAND |
Así como en la antigüedad Dios nos dio 10
Mandamientos, como una expresión resumida y concisa de su carácter personal,
hoy día necesitamos una regla o referente resumido para la guía de las
iglesias.
Los diez
mandamientos son muy breves, son apenas 10 reglas básicas que sin embargo son
capaces de transformar radicalmente la convivencia de los seres humanos si
fuéramos capaces de acatarlos....Pero, francamente, no lo somos.
Es solo con la
asistencia del Espíritu de Dios que podemos vivir por encima de la media de la
practica social de los seres humanos dado que el amor de Dios y su gracia
incondicional cubren multitud de nuestros pecados, pero de no ser así, ningún
creyente estaría a la altura de las normas de Dios.
Estar a la altura
de la norma de Dios, y ser un hijo de Dios autentico es una cosa y mostrarse
como tal son dos cosas bien distintas. Un inconverso puede bien modelar una
conducta que le haga acreedor de títulos de santidad o incluso le haga pasar
como creyente fiel y genuino sin serlo en verdad. A los fines de este artículo,
al menos hoy, eso importa poco, ya que, a fin de cuentas el único que sabe a
ciencia cierta quién es creyente genuino, quien es Pedro y quien es Judas es
Dios.
PARÁMETROS PARA ELEGIR LÍDERES.
Pero una cosa es que no sepamos a ciencia
cierta que es genuinamente creyente quien no, y otra es que incluso desconozcamos
los estándares que debe alcanzar el perfil del verdadero creyente, porque, si
ni siquiera tenemos una norma para juzgar esto la iglesia queda a merced de
gente talentosa, entusiasta, poderosa, simpática y ambiciosa pero carente de
experiencia con Dios. Si una iglesia está integrada en su totalidad en su mayor
parte por liderazgo así…. No puede permanecer mucho tiempo sin que se produzcan
graves y vergonzosos conflictos ya que Satanás tendrá entre la asamblea de los
santos a uno o más de sus ministros representantes.
LAS
MARCAS DEL NACIDO DE NUEVO
Yo sé que estas pautas para juzgar quien
es nacido de nuevo y quien no lo es no son infalibles, y como ya he dicho, el único
que lo sabe a ciencia cierta es Dios, eso no quita que tengamos una lista de
unos pocos principios básicos para juzgar la condición de “regenerado” o “nacido
de nuevo” en una persona; Es cierto estos principios no son infalibles pero créame
que es extremadamente difícil que una persona verdaderamente nacida del Espíritu
Santo no las tenga o evidencie, y más aun, es mucho más difícil que un no nacido
de nuevo las pueda falsear y mantener una conducta coherente durante mucho
tiempo.
IRREFLEXIBILIDAD
Una persona de la que se dice es “nacida
de nuevo” ¿cómo puede al mismo tiempo ser irreflexiva? Y, por cierto, ¿Qué es
ser reflexivo? Bien, reflexivo es aquel que usa la capacidad intelectual que Dios
dio a los hombres para evaluar conveniente y prudentemente sus actos y los demás
y llegar a conclusiones cargadas de sentido común.
Si entendemos el acto de regeneración como
una especie de ceguera intelectual, o como un acto de aturdimiento mental en
las personas, bien se puede llegar a ser cristiano sin entrar en una etapa de
profunda reflexión, pero, si rechazamos la experiencia cristiana como una
experiencia de enajenación mental y la situamos en una estado de plena consciencia
o incluso de consciencia más elevada de nuestra persona, nuestros semejantes y
nuestros actos y responsabilices frente a ellos y sobre todo frente a Dios,
entonces podemos colegir que la única forma en que una persona puede llegar a
ser cristiano genuinamente, nacido de nuevo, es mediante un profundo proceso de
reflexión intelectual y espiritual que da como resultado una conclusión: estoy
perdido y solo Cristo me puede salvar. Todo esto, por supuesto, propiciado por
el Espíritu de Dios.
Pero, de la misma forma en que una persona
es capaz de llegar a esta conclusión al ser confrontado por la palabra de Dios,
ha de saberse que convencer al pecador de su condición caída, no es el único foco
de confrontación en el que la Biblia hace énfasis. Sino que a ese mismo pecador
que pudo reflexionar y concluir que necesitaba al salvador, bajo los mismos
mecanismos, al confrontársele con la realidad de que ese Salvador exige
obediencia, santidad y muchas otras cosas más, se espera de un hombre capaz de
reflexionar, ahora, no solo poniendo en operación los circuitos o vías comunes
a todos los hombres, sino ahora ayudado sobrenaturalmente por Dios, que al confrontársele
con la mentira, la reconozca, admita y pida perdón, que al confrontársele con
la murmuración, el adulterio o cualquier otra falsa, leve o grave, no la
razone, no la justifique no intente taparla, sino que, humildemente la reconozca,
se rinda, se arrepienta y pida perdón a Cristo y a todos los que sufrieron el
agravio.
SENTENCIA
Digo pues, solemnemente que es virtualmente
imposible que una persona sea regenerada, nacida de nuevo y al mismo tiempo
incapaz de ser reflexivo, incapaz o duro para perdonar, esquivo y hábil para no
mostrar arrepentimiento, sagaz para mantener sus mentiras y procurar embarrar a
otros mientras oculta descaradamente sus pecados. El creyente que no se arrepiente
ni perdona NO HA NACIDO DE NUEVO.
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